jueves, 20 de abril de 2023

¿EXISTE “LA” VERDAD O CADA CUAL TIENE LA SUYA?


 

Nietzsche dice, por ejemplo, que no existe esa verdad, que lo que hacemos es investir lo que parece ser realidad con atributos que están en nuestra mente, pero lo cierto es, según él, que no existe esa realidad: “No hay hechos, solo interpretaciones”(1). De esa forma, cuando decimos que el calor expande los metales, estaríamos añadiendo una relación casusal al fenómeno “calor” (causa) y al fenómeno “expansión de los metales” (efecto) que solo existe en nuestra mente. ¡Pues no es verdad! (con perdón). Esa relación causal la aportará nuestra mente, ¡pero está ahí afuera, en el calor y en los metales! Cuando decimos que la segunda mujer de la imagen de esta publicación es más guapa que la primera, estamos, efectivamente, “interpretando”. Pero la realidad existe y nos impone límites y exigencias a nuestra interpretación. Así que es certero Ortega al decir: “Casi siempre acontece lo mismo con las grandes ideas: las vemos a un tiempo fuera y dentro, como verdades y como deseos, como leyes del cosmos y confesiones del espíritu. Tal vez es imposible descubrir fuera una verdad que no esté preformada, como delirio magnífico, en nuestro fondo íntimo”(2). En suma: descubrimos lo que hay fuera gracias a las prefiguraciones que guardamos dentro (por ejemplo, sobre quién es guapa y quién no). Pero no solo existe el dentro: también existen las cosas, la realidad. Así que, como recomienda Ortega, “¡Argentinos (y resto del acompañamiento), a las cosas, a las cosas!”[3].



[1] Friedrich Nietzsche: “Fragmentos póstumos”, Vol. 4, Madrid, Tecnos, 2008, p. 222.

[2] Ortega y Gasset: “La interpretación bélica de la historia, en “El Espectador”, Vol. VI, O. C. Tº 2, pág. 526.

[3] Ortega y Gasset: “Meditación del pueblo joven”, O. C. Tº 8, p. 390.

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