miércoles, 24 de abril de 2024

CÓMO DOMESTICAR A NUESTRO SALVAJE INTERIOR

“Lo superior, para realizarse en la historia, tiene que esperar a que lo inferior le ofrezca holgura y ocasión. Es decir, que lo inferior es el encargado de realizar lo superior —le presta su fuerza ciega pero incomparable. Por esto la razón no debe ser orgullosa y debe atender, cuidar las potencias irracionales. La idea no puede luchar frente a frente con el instinto; tiene, poco a poco, insinuándose, que domesticarlo, conquistarlo, encantarlo, no como Hércules, con los puños —que no tiene—, sino con una irreal música, como Orfeo seducía a las fieras. La idea es... femenina y usa la táctica inmortal de la feminidad, que no busca imponerse por derechura, como el hombre, sino pasivamente, atmosféricamente. La mujer actúa con un dulce y aparente no actuar, soportando, cediendo; como Hebbel decía: «En ella el hacer es padecer». Así, la idea. Los griegos sufrieron radicalmente el error de creer que la idea, de puro ser clara y sólo por serlo, se imponía, se realizaba, que el Logos, que el verbo por sí mismo y sin más se hacía carne. Fuera de la religión, esto es una creencia mágica, y la realidad histórica —por desgracia, por ventura— no es magia” (Ortega y Gasset[1])


[1] Ortega y Gasset: “¿Qué es filosofía?”, O. C. Tº 7, pp. 346-347.

lunes, 22 de abril de 2024

UN PODEROSO SALVAJE NOS HABITA

“Siempre el hambre y sed de comer y beber será psicológicamente más fuerte, tendrá más energía bruta psíquica que el hambre y sed de justicia. Cuanto más elevada es una actividad en un organismo es menos vigorosa, menos estable y eficiente. Las funciones vegetativas fallan menos que las sensitivas, y éstas, menos que las voluntarias y reflexivas. Como dicen los biólogos, las funciones últimamente adquiridas, que son las más complejas y superiores, son las que primero y más fácilmente son perdidas por una especie. En otros términos: lo que vale más es lo que está siempre en mayor peligro. En un caso de conflicto, de depresión, de apasionamiento siempre estamos prontos a dejar de ser inteligentes. Diríase que llevamos la inteligencia prendida con un alfiler. O dicho de otra forma: el más inteligente lo es... a ratos. Y lo mismo podríamos decir del sentido moral y del gusto estético. Siempre en el hombre, por su esencia misma, lo superior es menos eficaz que lo inferior, menos firme, menos impositivo” (Ortega y Gasset)[1].



[1] Ortega y Gasset: “¿Qué es filosofía?”, O. C. Tº 7, p. 346.

sábado, 20 de abril de 2024

LO QUE EL SILENCIO PROCLAMA


“¡Silencio! ¡Silencio! ¿No se ha vuelto perfecto el mundo en este instante? (…) Así ríe un Dios. ¡Silencio!” (F. Nietzsche[1])

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“Los acontecimientos más grandes no son nuestras horas más estruendosas, sino las más silenciosas” (Nietzsche[2]).

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“Los corazones humanos no se unen sólo mediante la armonía. Se unen, más bien, herida con herida. Dolor con dolor. Fragilidad con fragilidad. No existe silencio sin un grito desgarrador, no existe perdón sin que se derrame sangre, no existe aceptación sin pasar por un intenso sentimiento de pérdida. Ésos son los cimientos de la verdadera armonía” (Haruki Murakami[3])

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“Todo decir es incompleto, es fragmento de sí mismo y tiene en la escena vital, donde nace, la mayor porción de su propio sentido (…) Esto nos coloca de pronto ante una paradoja, como tal impertinente, pero que es ineludible, a saber: que el decir se compone, sobre todo, de silencios, de cosas que por sabidas se callan o que son por completo inefables y en las cuales, sin embargo, se apoya, como en una tierra nutriz, lo que efectivamente declaramos(Ortega y Gasset[4]).

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“Si cada español hablase de lo que entiende, y de nada más, habría un gran silencio que podríamos aprovechar para el estudio”   (Antonio Machado[5]).



[1] F. Nietzsche: “Así habló Zaratustra”, Madrid, Alianza, pp. 369-370

[2] Nietzsche: “Así habló Zaratustra”, Madrid, Alianza, pág. 194

[3] Haruki Murakami: “Los años de peregrinación del chico sin color”, Barcelona, Tusquets, 2014.

[4] Ortega y Gasset: “Misión del bibliotecario”, O. C. Tº 5, pp. 233-234.

[5] Antonio Machado: “Nuevas canciones”, publicado en 1924.

jueves, 18 de abril de 2024

VEAMOS POR QUÉ EL MISTERIO ES UNA DERIVADA DEL CHISTE

Dice Georges Ifrah en su “Historia universal de las cifras” que el número al que llama “googol”, 10 a la 100, es decir, un 1 seguido de cien ceros, trasciende todos los límites del mundo real. Explica Ifrah: “La distancia que nos separa del planeta Venus, medida en angstroms (millonésimas de milímetro), vale 10 a la 27 (...) El número de granos de arena que podría contener el volumen de la Tierra (…) sería 10 a la 31. ¡Cantidad absolutamente despreciable si se compara con el googol! (…) De hecho tendríamos que alcanzar el volumen total del universo en milímetros cúbicos (...) para superar el googol” [1]. Pensar en este número sería una manera de acondicionar la mente a fin de prepararla para acoger en ella a Dios, que tampoco tiene nada que ver con la realidad; o dicho de otra forma, que tiene que ver con la realidad, sí, pero manifestándose como Nada; es decir, como Infinito, que, de las dos formas, es lo que se sale de los bordes de lo real. Por eso dice Unamuno: “En cuanto tratamos de definirlo (a Dios), nos surge la nada”[2]. El googol, esa medida capaz de salirse de las fronteras de lo real ¿es todo o es nada? Tendría, pues, razón Machado cuando poéticamente llega a las siguientes conclusiones:

“El hombre es por natura la bestia paradójica,
un animal absurdo que necesita lógica.
Creó de nada un mundo y, su obra terminada,
‘Ya estoy en el secreto –se dijo–, todo es nada’.”[3]



[1] Georges Ifrah: “Historia Universal de las Cifras”, Madrid, Espasa, 2002, pp. 1.068-1069.

[2] Miguel de Unamuno: “Del sentimiento trágico de la vida”, Madrid, Espasa Calpe, 1967, pág. 129.

[3] Antonio Machado: “Proverbios y cantares”, en “Poesías Completas”, Madrid, Espasa-Calpe, 1981, p. 221

martes, 16 de abril de 2024

EL CHISTE Y SU RELACIÓN CON EL MISTERIO

 

LO QUE LAS CONTRADICE ES UNA LATENCIA DE LAS COSAS MISMAS. POR ESO, DONDE ALCANZAN SU PLENITUD CORREN EL PELIGRO DE PERDERSE EN LA NADA. 

Chistoso ¿no? “Cuando rozo el misterio sin poder reírme de él, me pregunto para qué sirve esa vacuna contra lo absoluto que es la lucidez”, deduce consecuentemente Cioran[1]. Y también Nietzsche: “¡Y sea falsa para nosotros toda verdad en la que no haya habido una carcajada!”[2].

Y Ortega aporta esto al tema: “El mal humor es estéril. Todas las grandes épocas han sabido sostenerse sobre el abismo de miseria que es la existencia, merced al esfuerzo deportivo de la sonrisa. Por eso los griegos pensaban que el oficio principal de los dioses era sonreír y hasta reír. El rumor olímpico es, por excelencia, la carcajada (…) (Por el contrario) todas las potencias del mal están muy interesadas en instaurar donde quiera el mal humor. Saben que un pueblo donde el mal humor se establezca es un pueblo destruido, aventurado, pulverizado”[3].



[1] E. M. Cioran: “Silogismos de la amargura”, Barcelona, Tusquets, 1997, p. 99

[2] Friedrich Nietzsche: “Así habló Zaratustra”, Madrid, Alianza, 1981, p. 291

[3] Ortega y Gasset: “Bronca en la física”-O. C.-Tº 5-pp. 275-76.