En su necesidad de orientarse en la vida, de saber a qué
atenerse frente al caos con el que el mundo se nos presenta para empezar, el
hombre ha necesitado pensar para poner orden en ese caos. En nuestra
civilización, los sistemas de pensamiento, las filosofías, han sido, hasta
ahora, fundamentalmente dos: el realismo
y el idealismo. El primero ha
considerado que la realidad de la que habría que partir para alcanzar ese orden
pretendido son las “cosas”, lo que
tiene un ser independiente de las demás cosas, incluido yo, que soy una cosa
más, con un ser objetivo también. El idealismo, del cual Descartes es el principal punto de inflexión, vino a afirmar que
todas las cosas son dudosas… excepto “yo”,
que soy el que duda, y puesto que dudo, puesto que pienso, existo. “Yo” soy,
pues, la realidad radical. Ortega,
con su raciovitalismo, viene a
afirmar, frente al realismo, que el ser de las cosas, efectivamente, depende de
quien las ve; pero ese sujeto que las ve nunca está solo: siempre está
confrontándose con algo que no es él. En suma, que “yo soy yo y mi circunstancia”: esa es la realidad radical.
La filosofía, la historia, la psicología, el arte, la antropología, la actualidad... de la mano, sobre todo, de Ortega y Gasset, el pensador más importante de todos los tiempos en lengua española
miércoles, 30 de noviembre de 2022
MODOS DE PENSAR HABIDOS EN NUESTRA CIVILIZACIÓN
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