"La siesta"-Vincent Van Gogh |
“La felicidad es como una gana de dormir” (Prosper Merimée(1))
(…¿Y no será que dormir es una forma rudimentaria de añorar
la muerte?)
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“Es la pereza el postrer residuo
que nos queda del Paraíso” (Ortega y Gasset[2]).
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El universo entero trata de regresar al punto de partida. En
eso consiste la gravitación universal. En el reino animal, esa añoranza de lo
que se perdió al nacer está bien representada en los salmones volviendo, para
desovar y morir, a las fuentes que les vieron nacer. Las migraciones animales
tienen, en el fondo, este mismo sentido, aunque pudiera parecer que manifiestan
un objetivo utilitario. Mircea Eliade, traduciendo las creencias que
observó en numerosos pueblos primitivos, decía: “Vivir no es más que
separarse de las entrañas de la tierra, y la muerte se reduce a una vuelta a
casa”[3].
El sueño nocturno sería un recordatorio de aquel hogar perdido.
Desde que nacimos, no hacemos otra cosa que intentar
recuperar la paz (la nada) que perdimos viniendo al mundo. Pero, como les
ocurrió a Adán y a Eva, un ángel con espada flamígera nos impide la vuelta
atrás, al Paraíso Perdido. No queda otra opción que intentarlo hacia adelante:
ya que no podemos volver atrás, ponemos en marcha la vida como recurso
"sucedáneo", y la convertimos en el medio de recuperación del sosiego
que perdimos. Pero tiene que ser hacia delante, porque el ángel que guarda la
puerta del Paraíso no nos deja hacer otra cosa. Podríamos decirlo de esta otra
manera: LA VIDA ES UN FELIZ SUCEDÁNEO DE LA MUERTE.
[1]
Citado por Ortega y Gasset en “Ideas sobre Pío Baroja”, en “El Espectador” Vol
I, O. C. Tº 2, p. 80.
[2]
Ortega y Gasset: “Notas de andar y ver. Viajes, gentes, países”, Madrid,
Alianza, 1988, p. 181
[3]
Mircea Eliade: “Tratado de Historia de las Religiones”, Tº 2, Madrid, Ediciones
Cristiandad, 1974, p. 26.
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