lunes, 17 de mayo de 2021

QUÉ SIGNIFICA DEJAR DE SER JOVEN

 

“La cosa es paradójica, pero inexorable. La juventud no averigua, no sabe la peculiaridad de su destino vital hasta que no deja de ser joven —allá entre los veintiséis y los treinta años—, lo mismo en el hombre que en la mujer. ¡Extraña pero innegable condición! Propiamente, la juventud, que es tan parlanchina, es, en lo esencial, muda: no tiene voz. Lo que parla no es suyo, sino el tópico de la generación anterior. Ésta es quien pone su voz en la laringe del joven: se trata, pues, de una faena de ventriloquia” (Ortega y Gasset[1]).

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“No es aún tristeza, ni es amargura, ni es melancolía lo que suscitan los treinta años: es más bien un imperativo de verdad y una como repugnancia hacia lo fantasmagórico. Por esto, es la edad en que dejamos de ser lo que nos han enseñado, lo que hemos recibido en la familia, en la escuela, en el lugar común de nuestra sociedad (…) Empezamos a querer ser nosotros mismos, a veces con plena conciencia de nuestros radicales defectos. Queremos ser, ante todo, la verdad de lo que somos, y muy especialmente nos resolvemos a poner bien en claro qué es lo que sentimos del mundo. Rompiendo entonces sin conmiseración la costra de opiniones y pensamientos recibidos, interpelamos a cierto fondo insobornable que hay en nosotros. Insobornable, no sólo para el dinero o el halago, sino hasta para la ética, la ciencia y la razón” (Ortega y Gasset[2]).

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“Quien ya está en la segunda mitad de la vida (…) no necesita educar su voluntad consciente, sino comprender el sentido de su vida individual (…) Su utilidad social ya no es una meta, aunque no niega que es deseable. Esta persona siente su actividad creativa, cuya inutilidad social le resulta completamente clara, como un trabajo y como una buena obra en sí misma” (Carl G. Jung[3]).



[1] Ortega y Gasset: “Sobre las carreras”, O. C. Tº 5, pp. 182-183.

[2] Ortega y Gasset: “Ideas sobre Pío Baroja”, en “El Espectador” Vol I, O. C. Tº 2, pp. 74-75.

[3] Carl G. Jung: “Problemas generales de la psicoterapia”, en “La práctica de la psicoterapia”, O. C. Vol. 16, p. 54.

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