“Expulsión de Adán y Eva del Paraíso”-Gustavo Doré |
Unamuno conocía el danés, así que tuvo la oportunidad de
leer a Kierkegaard en su idioma, y enseguida sintonizó plenamente con él. Un
concepto clave en la filosofía de Kierkegaard es el de la “repetición”.
Decía: “La nueva filosofía enseñará que toda la
vida es una repetición”[1]. Y
también: “He aquí la repetición. Ahora comprendo todas las cosas y la vida me
parece más bella que nunca”[2]. También Freud hablaba de que existe la “pulsión de repetición”. ¿Y en qué consiste esa tendencia o
aspiración a la repetición? Pues en el intento de reencontrarnos con aquello
que perdimos y que echamos de menos, en tratar de regresar al punto de partida
de nuestras nostalgias, volver, diríamos en términos míticos, al paraíso
perdido que, ante todo, es el útero materno, lo que dejamos atrás al nacer.
Pero recuperar eso, evidentemente, es imposible, así que convertimos la vida,
la vida que camina hacia el futuro, en un medio de recuperación de aquella paz
originaria que añoramos, en un intento de reconstruir aquel paraíso que
perdimos. “Repetir”, en términos de Unamuno y de Kierkegaard es volver al
imposible paraíso perdido. Así se pueden entender estas otras palabras de Kierkegaard:
“Job fue bendecido. Todo le fue devuelto por partida doble. Y esto es lo que se
llama la repetición… ¿Cuándo se produce la repetición? (…) Cuando todas las
certidumbres y todas las probabilidades humanamente pensables demuestran su
imposibilidad”[3].
Y también estos versos de Unamuno:
“Vuelve hacia atrás la vista,
caminante,
verás lo que te queda de camino;
desde el oriente de tu cuna el
sino
ilumina tu marcha hacia delante.
Es del pasado el porvenir
semblante,
como se irá la vida así se vino;
cabe volver las riendas del
destino
como se vuelve del revés un guante”[4]
Y también podremos entender a Novalis, que decía: “El amor es una repetición sin final”[5]. Y, en fin, a Ortega: “El pasado engendra la fuerte resaca de una bajamar, y hay que agarrarse bien al presente para que no nos arrastre y absorba. Porque es el pasado voluptuosa sirena”[6].
[1]
Sören Kierkegaard: “La repetición”, Madrid, Guadarrama, 1975, p. 130.
[2]
Sören Kierkegaard: “La repetición”, Madrid, Guadarrama, 1975, p. 273.
[3]
citado por Léon Chestov en “Kierkegaard y la filosofía existencial”, Buenos
Aires, Editorial Sudamericana, 1965, pág. 23
[4]
Unamuno: “De Fuerteventura a París”, Bilbao, El Sitio, p. 98
[5]
Novalis citado en Antonio Pau: “Novalis. La nostalgia de lo invisible”, Madrid,
Trotta, 2010, p. 173.
[6]
Ortega y Gasset: “Prólogo a ‘Veinte años de caza mayor’, del conde de Yebes, O.
C. Tº 6, p. 478.
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