sábado, 27 de mayo de 2023

LA VIDA: UN TRAYECTO HACIA LA LEJANÍA

 

Todo se mueve (cambia). “Todo fluye”, decía Heráclito. Y todo lo que se mueve va hacia otro lugar diferente del que está, recorriendo una distancia. El mundo es un conglomerado de distancias. La lejanía hacia la que todo lo que se mueve va es el lugar del que brotan todas las nostalgias. Una vida es el trayecto hacia una lejanía. Las vidas se diferencian unas de otras por las distintas lejanías escogidas como metas por cada ser viviente, por las variables misiones vitales a que cada cual se adscribe; por el tipo de dificultades escogidas como paisaje vital. “Cada ser –decía Ortegaposee su paisaje propio, en relación con el cual se comporta”[1].

 

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“El auténtico ser de cada hombre no es una realidad que desde luego le constituye, sino una especie de figura imaginaria, de proyecto irreal, de inexistente aspiración que se ve comprometido a realizar –por tanto (…) cada uno de nosotros es propiamente algo que aún no es, que se halla siempre en un futuro problemático: no es un factum, sino un faciendum; no es una cosa, sino una empresa” (Ortega y Gasset[2]).



[1] Ortega y Gasset: “Las Atlántidas”, O. C., Tº 3, p. 291.

[2] Ortega y Gasset: “Sobre un Goethe bicentenario”, O. C. Tomo 9, Alianza, Madrid, 1983, p. 558.

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