La razón vital de
Ortega observa las cosas como acontecimientos vitales o históricos, es decir,
como efectos que transcurren entre un porqué y un para qué; o dicho de otra
manera: que “progresan” desde un porqué hacia un para qué. La mentalidad
esencialista ha considerado que el “progreso” es un acontecimiento que tiene
realidad por sí mismo, es decir, que estamos determinados a progresar, queramos
o no. Para el raciovitalismo de Ortega, las cosas van construyéndose
históricamente, pero no necesariamente (no a la manera esencialista): el
progreso depende de quienes tenemos que progresar, es una responsabilidad
nuestra, y para llevarlo a cabo, hemos de tener claro el porqué y el para qué…
cosa que hoy no está en absoluto garantizada.
La filosofía, la historia, la psicología, el arte, la antropología, la actualidad... de la mano, sobre todo, de Ortega y Gasset, el pensador más importante de todos los tiempos en lengua española
viernes, 17 de marzo de 2023
POR QUÉ ORTEGA NO ES PROGRESISTA
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