El primer paso, claro está, es reconocer nuestros defectos, reconocerlos como propios, aceptarlos. Pero no se trata de amar nuestros defectos o de aceptarlos pasivamente, sino de utilizarlos como palanca, porque alcanzar las virtudes que nos permitan superarlos exige sacar de nosotros la energía y fortaleza necesarias con las que hacerlo. Por eso decía Jung que si perdiéramos nuestros complejos perderíamos algo valioso, porque en ellos, paradójicamente, encontramos el acicate para superarnos combatiéndolos. El sentimiento de inferioridad, diría Adler por su parte, es el fundamento de nuestro intento de alcanzar lo superior, pasar del sentimiento de insignificancia, en fin, al estrato superior en el que consigamos ser significativos.
Para ampliar las reflexiones aquí expuestas puedes ver también:
"Cuándo la vida es absurda y cuándo cobra sentido": https://studio.youtube.com/video/lTgK...
"Según Ortega estamos obligados a hacer que nuestra vida tenga sentido":
https://studio.youtube.com/video/oOd-...https://studio.youtube.com/video/F6Ql...
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