lunes, 26 de septiembre de 2022

LA META DEFINITIVA DE LA VIDA SIEMPRE ESTARÁ MÁS ALLÁ


 

Hay muchos ejemplos en la historia de cómo ni siquiera la gente más poderosa o la más rica o la que ha tenido acceso a más placeres… ha conseguido, sin embargo, ser feliz, y, llegado un momento, se deja vencer por la decepción y el sentimiento de fracaso. “No hay nada que hacer, se dicen estas personas: lo que he estado haciendo en mi vida con todos mis esfuerzos y a través de todas mis conquistas es ir retrasando el inevitable momento del desistimiento; ninguno de los logros de mi vida me ha llevado a la felicidad”. Pero ¿y si lo que pasa es que mirar de ese modo la vida y sus objetivos supone un error de perspectiva? ¿Y si la vida fuera una función no de nuestros logros, sino del hecho de “estar en marcha”?

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