lunes, 21 de junio de 2021

COMPLICARSE LA VIDA: UNA CARACTERÍSTICA GENUINAMENTE HUMANA

 

Tommy Ingberg: "El hurgador"

Si, como dice Darwin, los hombres fuéramos seres adaptativos, nos conformaríamos con lo que hay, no nos haríamos problema de lo que son las cosas y nos acoplaríamos a lo que el entorno nos propone. Pero lo que nos caracteriza, por el contrario, es, precisamente, convertir las cosas en problemas.

●●●●●●●●●

“Sentimos de pronto una forzosidad o un deseo que, para satisfacerse, requeriría una realidad circundante distinta de la que es: una piedra, por ejemplo, estorba nuestro avance por el camino. El problema práctico consiste en que una realidad diferente de la efectiva sustituya a ésta, que haya un camino sin piedra —por tanto, que algo que no es llegue a ser—. El problema práctico es aquella actitud mental en que proyectamos una modificación de lo real, en que premeditamos dar ser a lo que aún no es, pero nos conviene que sea (…) Esta audacia del hombre que le lleva a negar provisionalmente el ser y al negarlo convertírselo en problema, crearlo como problema, es lo característico y esencial de la actividad teorética que, por lo mismo, considero irreductible a toda finalidad práctica, sea del orden que sea. Esto significa que hay dentro del hombre biológico y utilitario otro hombre lujoso y deportivo, que en vez de facilitarse la vida aprovechando lo real, se la complica suplantando el tranquilo ser del mundo por el inquieto ser de los problemas (…) No se diga, pues, que la necesidad o problema práctico nos obliga a plantearnos problemas teóricos. ¿Por qué no acontece esto en el animal, que tiene y siente, sin duda alguna,' problemas prácticos? (…) Porque, viceversa, un ser sin deseo, sin necesidades, sin apetito —un ser que fuese sólo intelecto y que tendría problemas teóricos— no llegaría nunca a percibir un problema práctico” [Ortega y Gasset(1)].



[1] Ortega y Gasset: “¿Qué es filosofía?”, O. C. Tº 7, pp. 322-323


No hay comentarios:

Publicar un comentario