Dice Georges Ifrah en su “Historia
universal de las cifras” que el número al que llama “googol”, 10 a la 100, es
decir, un 1 seguido de cien ceros, trasciende todos los límites del mundo real.
Explica Ifrah: “La distancia que nos separa del planeta Venus, medida en angstroms
(millonésimas de milímetro), vale 10 a la 27 (...) El número de granos de arena
que podría contener el volumen de la Tierra (…) sería 10 a la 31. ¡Cantidad
absolutamente despreciable si se compara con el googol! (…) De hecho tendríamos
que alcanzar el volumen total del universo en milímetros cúbicos (...) para
superar el googol” [1].
Pensar en este número sería una manera de acondicionar la mente a fin de
prepararla para acoger en ella a Dios, que tampoco tiene nada que ver con la
realidad; o dicho de otra forma, que tiene que ver con la realidad, sí, pero
manifestándose como Nada; es decir, como Infinito, que, de las dos formas, es
lo que se sale de los bordes de lo real. Por eso dice Unamuno: “En
cuanto tratamos de definirlo (a Dios), nos surge la nada”[2].
El googol, esa medida capaz de
salirse de las fronteras de lo real ¿es todo o es nada? Tendría, pues, razón
Machado cuando poéticamente llega a las siguientes conclusiones:
La filosofía, la historia, la psicología, el arte, la antropología, la actualidad... de la mano, sobre todo, de Ortega y Gasset, el pensador más importante de todos los tiempos en lengua española
jueves, 18 de abril de 2024
VEAMOS POR QUÉ EL MISTERIO ES UNA DERIVADA DEL CHISTE
“El hombre es por natura la bestia paradójica,
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PARADOJAS
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