“Como un inmenso panorama se halla el Universo todo, patente siempre
ante nosotros; pero en cada hora sólo una porción de él existe para nosotros.
La atención del hombre peregrina como el reflector de un navío sobre el área
inmensa de lo real, espumando de ella ahora un trozo, luego otro. Esa
peregrinación del atender constituye la historia humana. Cada época es un
régimen atencional determinado, un sistema de preferencias y de posposiciones,
de clarividencias y de cegueras. De modo que si dibujamos el perfil de su
atención habremos definido la época” (Ortega y Gasset[1]).
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DE IGUAL MANERA, LA ESTRUCTURA DE NUESTROS RECUERDOS,
INCLUSO EL HECHO MISMO DE RECORDAR O NO, OBEDECE AL ESTILO DE VIDA DE CADA
CUAL. ESPECIALMENTE EL PRIMER RECUERDO ES ESCOGIDO COMO MANERA DE INICIAR LA
NARRACIÓN DE CÓMO ENTENDEMOS QUE VA SIENDO NUESTRA VIDA
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“La selección de su primer recuerdo --poco importa que en realidad sea
o no el más lejano-- tuvo que estar guiada por algún interés determinado. La
actividad de su memoria, guiada por el estilo de vida, destaca un
acontecimiento cuyo vigor revela claramente la peculiar manera de ser del
individuo” (Alfred Adler[2]).
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“Recordar es la mejor manera de olvidar” (Sigmund Freud[3]).
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POR ELLO, LO QUE SE RECUERDA Y LA MANERA DE HACERLO HA DE
SER MATERIA DE INTERÉS PRIORITARIO EN TODA PSICOTERAPIA
En mi vida han influido eventos que no lo he escogido sino que han sido impuestos, no los deseo recordar pero están presente, son evidentes. (Augusto Jiménez- Maturín, Venezuela)
ResponderEliminarHola Augusto. Lo que nos ocurre lo hace muy a menudo al margen o en contra de nuestra voluntad. Pero sí depende de nosotros la manera en que incorporamos eso que pasa. Y esa manera de incorporarlo depende de nuestro estilo de vida. El olvido no es la única reacción posible ante acontecimientos desagradables. De hecho, los sucesos traumáticos pueden aparecer en nuestra memoria de manera incluso obsesiva, como buscando ser asimilados por nuestra mente. El olvido tiende a efectuarse más bien frente a sucesos que no tienen mayor sentido a la hora de incluirse en el relato de nuestra vida tal y como nuestro estilo de vida sugiere que lo construyamos.
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