Descartes dice: “pienso… luego existo”; no dice: “tengo
pensamientos, representaciones de objetos”, sino que deduce que él existe del
hecho de “pensar”; ¿pensar en qué? No, no, nada de “en qué”, sólo de pensar.
Pero eso es una abstracción, no se produce el hecho de pensar al margen de
pensar… en algo, en algún objeto. “Yo” no soy “pensamiento”, como si esto fuera
una categoría en sí y sin necesidad de algo circunstante en lo que
efectivamente se piense. Al considerar que sí, que soy “pensamiento” (al margen
de lo pensado), la realidad, la existencia, queda subsumida en ese pensamiento,
en esa abstracción. La realidad pasa a ser una sucursal de mi pensamiento.
Desde ahí se llegará al “yo soy todo”, de Fichte. Y sin solución de
continuidad… al yo soy hombre o mujer según YO lo decida; o arte es lo que YO
(artista) decida que es arte. El mundo, con el racionalismo y el idealismo, ha
quedado encerrado en el yo. Ya no hay hechos, como dirá Nietzsche, sino
interpretaciones; lo que yo diga y a mí me parezca sustituirá a lo que creíamos
que eran hechos. Y de ahí se pasará sin problemas al “todo está permitido”,
porque cada cual, el "yo" de cada cual, es libre de interpretar lo
que quiera. Y desde esto último… a la amenaza de caer en el abismo, que es en
lo que estamos.
La filosofía, la historia, la psicología, el arte, la antropología, la actualidad... de la mano, sobre todo, de Ortega y Gasset, el pensador más importante de todos los tiempos en lengua española
sábado, 13 de julio de 2024
Introducción a "¿QUÉ ES FILOSOFÍA?", de Ortega y Gasset (parte 4ª DE 4)
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