“¿Por
qué no quedé muerto desde el seno? ¿Por qué no expiré recién nacido? (...)
Ahora dormiría tranquilo, y descansaría en paz” (El Job de la Biblia)[1].
●●●●●●
“No hay más que un problema filosófico
verdaderamente serio: es el suicidio. Juzgar que la vida vale o no vale la pena
de ser vivida es la cuestión fundamental de la filosofía” (Albert Camus[2])
●●●●●●
"Que la vida se tome la pena de
matarme, ya que yo no me tomo la pena de vivir..." (Manuel Machado[3]).
●●●●●●
“Lo que importa no es tanto que la vida de una persona esté llena de dolor o de placer, sino que esté llena de sentido” (Viktor E. Frankl[4])
●●●●●●
“La
división más radical que cabe hacer en la humanidad es ésta, en dos clases de
criaturas: las que se exigen mucho y acumulan sobre si mismas dificultades y
deberes y las que no se exigen nada especial, sino que para ellas vivir es ser
en cada instante lo que ya son, sin esfuerzo de perfección sobre sí mismas,
boyas que van a la deriva” (Ortega y Gasset[5])
[1]
Job, cap. 3, versículos 11 y 13.
[2]
Albert Camus: “El mito de Sísifo”, Madrid, Alianza, 1983, pág. 15.
[4]
Viktor E. Frankl: “Ante el vacío existencial. Hacia una humanización de la
psicoterapia”, Barcelona, Herder, 1980, p. 107.
[5] Ortega y
Gasset: “La rebelión de las masas”, O. C. Tº 4, p. 146.
No hay comentarios:
Publicar un comentario