miércoles, 2 de octubre de 2024

EL HOMBRE: UN SER FUTURIZO

 

“Normalmente la vida se limpia por su entrega a los poderes del futuro, y de estos provienen los temas o tareas a cumplir (…) La vida sana, a medida que avanza y penetra en el futuro, se limpia del pasado. El obsesivo queda prendido en este pasado que flota sobre él, abrumándole (…) Su conducta es como una defensa frente a esa amenaza, defensa imposible porque ella emerge del trastorno fundamental que extirpa el futuro” (J. J. López Ibor, Psiquiatra(1))


 “Todo lo que se hace se hace por algo, en vista de algo (…) Lo que nos importa es ser, existir mañana —vivir es pervivir—; lo demás es haber vivido. Por eso (…) el recuerdo es la carrerilla que el hombre toma para dar un brinco enérgico sobre el futuro” (Ortega y Gasset[2])



[1] J. J. López-Ibor: “La angustia vital”, Madrid, Paz Montalvo, 1969, pp. 150-151.

[2] Ortega y Gasset: “En el centenario de una Universidad”, O. C. Tº 5, p. 464.

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