Añadimos razón e imaginación a la vida, porque lo meramente
vivido no nos da la verdad de las cosas. “No
ha de olvidarse que la verdad no es nunca lo que vemos, sino precisamente lo
que no vemos: la verdad de la luz no son los colores que vemos, sino la
vibración sutil del éter, la cual no vemos” (Ortega y Gasset[1]). Por tanto, del trato
directo con las cosas solo podremos extraer sinceridad, constatar sin ambages
lo que uno siente sin agregar a ello ningún aporte de la imaginación. “Pero
la verdad no se siente, la verdad se inventa” (Ortega
y Gasset[2]); sinceridad no equivale a
verdad. El realista, el sincero, se atiene a lo que ve o siente, pero la verdad
está más allá de lo evidente. El bosque no son los árboles que vemos, sino lo
que está oculto tras ellos. Por eso Nicolás de Cusa hablaba del Deus absconditus: lo que más importa
siempre está más allá.
La filosofía, la historia, la psicología, el arte, la antropología, la actualidad... de la mano, sobre todo, de Ortega y Gasset, el pensador más importante de todos los tiempos en lengua española
viernes, 30 de agosto de 2024
LA VERDAD EXISTE, PERO ES INVISIBLE
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario