lunes, 2 de septiembre de 2024

 

¿Somos, para empezar, una pizarra vacía y vamos conociendo el mundo a medida que las experiencias que tenemos van dejando su huella en esa pizarra desocupada que somos inicialmente? Aunque resulte contraintuitivo, ocurre, por el contrario, que conocemos sólo aquella parte del mundo a la que prestamos atención, y la atención  es un recurso que significa que buscamos a través de ella algo que ya estaba prefigurado en nuestra expectativa; como dice Ortega, “fijarse es precisamente buscar el objeto de antemano, y es como un preverlo antes de verlo”. Esa es la razón de que Don Quijote se enamorara de Dulcinea antes de que ésta fuera una mujer real. De modo que, sustituyendo ese ideal de mujer por la verdad, puede decir asimismo Ortega: “Una verdad no es verdad porque se la desea; pero una verdad no es descubierta si no se la desea y porque se la desea se la busca[1].



[1] Ortega y Gasset: “¿Qué es filosofía?”, O. C. Tº 7, pág. 392


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