martes, 22 de abril de 2025

LA META DE LA VIDA: ENTRE EL MÁS ALLÁ Y LO MÁS CERCANO

Si la vida es el trayecto que discurre entre lo peor y lo mejor, la única garantía a nuestro alcance de que sigamos existiendo resulta del hecho de que, discurriendo de acontecimiento en acontecimiento, mantengamos nuestra meta perpetuamente situada en la lejanía. Que siempre quede, pues, algo que mejorar

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Al hacernos semejantes a Él, Dios nos hizo rebeldes a toda forma, inadaptables, propensos al arrebato que nos empuja a identificarnos con lo que no existe, con lo que aún está por descubrir. Los objetos del mundo llegaron después para convertirse en obstáculos que amortiguaran nuestra desenfrenada ansia de más allá, para que aceptáramos supeditar la creación a alguna clase de forma, para hacernos, como en el amor, capaces de adaptarnos a lo que nos decepciona.

sábado, 19 de abril de 2025

EL HORIZONTE DA SENTIDO A LO UE DISCURRE AQUÍ Y AHORA

 

Nuestro reino es de este mundo sólo en la medida en que incluye aquél que añoramos, aquel que nos hemos prometido. Y “sólo tras de haberse señalado un fin lejano aparecen las finalidades inmediatas. Esa lejana luz es claridad que recae sobre las circunstancias inmediatas y las ordena, las hace cobrar sentido” (María Zambrano[1]). “Lo próximo, el objeto que vemos en nuestra inmediatez, se nos presenta desde luego destacando sobre un fondo de otras cosas más distantes; esto es, sobre el fondo de un horizonte” (Ortega y Gasset[2]). El “más allá” al que cada cual aspiramos, la distancia que nos queda por recorrer, hace que sea diferente para cada uno este mundo que, a primera vista, parece que compartimos.



[1] María Zambrano: “Persona y democracia”, Madrid, Siruela, 1996, p. 44.

[2] Ortega y Gasset: “Una interpretación de la historia universal”. O. C., Tº 9, pp. 17-18.

martes, 15 de abril de 2025

¿ESTAMOS ANTE EL FIN DEL ARTE? QUÉ OPINAN JUNG Y ORTEGA DEL ARTE MODERNO

En este vídeo analizamos cómo el arte moderno y posmoderno ha acabado convirtiéndose no en una forma de expresión, sino, como dice Jung, de “encubrimiento”, en donde llega incluso a prescindirse del espectador. Además de pinturas como las de Picasso, que vienen a ser la apoteosis de la fealdad, y que, de la mano de Carl Jung, analizaremos específicamente, hacemos un repaso que va desde 4’33”, la composición musical sin música  de John Cage, hasta la famosa “Mierda de artista” de Piero Manzoni, pasando por el “Cuadrado blanco sobre fondo blanco” de Malevich, la escultura del vacío de Chillida, los tajos de Fontana, el borrado de la creación de Rauschenberg y los “ready-made” de Duchamp. Trazamos así un recorrido por la progresiva deshumanización del arte. Carl Gustav Jung y Ortega y Gasset nos sirven de guía para entender cómo el arte ha pasado de ser una traducción del mundo interior al exterior a una desconstrucción absoluta de la realidad. ¿Es esto arte o su desaparición bajo el peso de la ironía, el vacío y el absurdo?

sábado, 12 de abril de 2025

QUÉ ES LA FILOSOFÍA

 

“Las gentes suelen necesitar que el filósofo se presente mal vestido y con caspa sobre los hombros y que hable o escriba en un estilo de Manual, Handbuch o Vademecum: otra cosa defrauda su estereotipada expectativa (…) Es preciso decir que nunca jamás ha venido nada creador, importante en un libro o discurso que tenga el estilo del Manual, estilo hacia el cual siento sólo robusto desdén, o de una lección soporífera dada a colegiales” (Ortega y Gasset[1]).

“La filosofía, si es algo de verdad, no por simple convención y ganas de hablar, si es algo no puede ser una gris y nula cosa que pasa en las cátedras sino algo que pasa en cada uno de nosotros, que es cada uno de nosotros” (Ortega y Gasset[2]).

“Es la filosofía el único conocimiento que para ser lo que tiene que ser no necesita lograr la solución de sus problemas (…) No se funda en el acierto de sus soluciones sino en la inevitabilidad de sus problemas” (Ortega y Gasset[3]).



[1] Ortega y Gasset: “Sobre la razón histórica”, Madrid, Alianza Editorial, 1983, p. 168.

[2] Ortega y Gasset: “Sobre la razón histórica”, Madrid, Alianza Editorial, 1983, p. 205.

[3] Ortega y Gasset: “Sobre la razón histórica”, Madrid, Alianza Editorial, 1983, p. 210.

miércoles, 9 de abril de 2025

LOS PELIGROS DE LA FILOSOFÍA DE SPINOZA (a pesar de Einstein)


 ¿Es la filosofía de Spinoza peligrosa? Einstein lo admiraba, pero Ortega y Gasset lo cuestiona radicalmente. En este vídeo exploramos la diferencia entre el Dios de Spinoza, inmanente y determinista, y el Dios ausente de Ortega, que impulsa la vida hacia un horizonte que siempre está más allá. ¿Es la realidad un destino cerrado o una posibilidad abierta? Analizamos la relación entre fatalidad y libertad, la búsqueda del sentido, la trascendencia, y el papel de la acción y de aspiración en la existencia humana. Un debate filosófico sin duda apasionante entre determinismo y voluntarismo, entre el orden absoluto y definitivo y la lucha por alcanzar a ser lo que aún nos falta. Después de ver este vídeo tendrás elementos suficientes para decidir quién tiene razón: Spinoza u Ortega.

domingo, 6 de abril de 2025

EL DILEMA QUE NOS CONSTITUYE: IDENTIFICARNOS O VIVIR

Sólo lo firme, seguro, reconocible, habitual garantiza la identidad, la confianza en que mañana seguirán con nosotros las referencias que garantizan que seguimos siendo el que éramos. Sin embargo, eso que nos define también nos encarcela, no nos deja aspirar a ser algo más… inmoviliza la vida. Lo que es susceptible de cambiar, por el contrario, nos abre hacia nuevas posibilidades, nos permite progresar, aspirar a alcanzar cosas que nos faltan… pero a cambio pone en peligro nuestra identidad, y eso produce vértigo, angustia. A los antiguos los cambios les aterraban, y por eso  buscaban reconocerse en lo inanimado; el artista de esas épocas desvitaliza sus motivos artísticos, porque así evita la vida y sus caprichos e imprevisiones, trata de encontrar detrás de tanta mudanza como en ella acontece un terreno firme, invariable, ordenado. De ahí el estilo geométrico, que aporta hieratismo y homogeneiza las infinitas formas que la vida trae consigo. Dice Ortega: “Privando a lo vivo de sus formas orgánicas, lo eleva a una regularidad inorgánica superior, lo aísla del desorden y de la condicionalidad, lo hace absoluto, necesario”(1). Y Cioran: “El desapego a la vida engendra un gusto por la rigidez. Comenzamos a ver un mundo de formas rígidas, líneas precisas, contornos muertos”[2].



[1] O y G: “Arte de este mundo y del otro”, O. C. Tº 1º, p. 195.

[2] Cioran: “De lágrimas y de santos”, Barcelona, Tusquets, pág. 96

jueves, 3 de abril de 2025

CUANDO TODO EMPEZÓ A ESTAR "MÁS ALLÁ" (La lejanía y sus peligros)

La lejanía ha producido al hombre un vértigo inhibitorio a lo largo de casi toda su historia; el ojo y la mente casi siempre han estado exclusivamente adaptados a lo inmediato. La lejanía es un descubrimiento de los tiempos modernos. Petrarca, reconocido como el primer hombre del Renacimiento, dice Oswald Spengler que “volvía la mirada hacia los mundos lejanos, anhelaba toda lontananza –fue el primero que emprendió la ascensión a una montaña alpina”[1]. Y su intención al subir al Mont Ventoux, en Provenza, fue precisamente observar la lejanía. Esa actitud de interesada expectativa hacia lo lejano fue la que permitió los grandes viajes de descubrimiento y exploración de Colón o Elcano. Y también las indagaciones astronómicas de Galileo. O la aparición de la idea de progreso. Sin embargo, todavía Giordano Bruno fue llevado a la hoguera por traer a la consideración de los hombres la dimensión del infinito, porque volcarse hacia lo lejano e inhabitual empezó a amenazar con la pérdida de las referencias que sustentan el sentimiento de identidad.



[1] Oswald Spengler: “La decadencia de Occidente”, 2 Ts., Madrid, Espasa Calpe, 1976, Tº 1º, p. 39.