“La
vida es drama –el carácter de su realidad no es como el de esta mesa, cuyo ser
consiste no más que en estar ahí, sino en tener que írsela cada cual haciendo
por sí, instante tras instante, en perpetua tensión de angustias y alborozos,
sin que nunca tenga la plena seguridad sobre sí misma” (Ortega y Gasset[1]).
●●●●●●●●●●●●●●●●●●
“Ninguna
‘prueba’ logrará calmar jamás a ese ‘niño que vive en nosotros’ y que tiene
miedo, un miedo terrible, al sinsentido” (Jean Grondin[2]).
●●●●●●●●●●●●●●●●●●
“La angustia no se tiene ante nada de lo que
existe en el mundo, ninguna circunstancia en él puede determinarla (…)
Entonces, ¿qué es lo que produce angustia? (…) La angustia la produce la nada,
que viene de ninguna parte, que es ilocalizable, impalpable, sin consistencia.
La nada no es, pues, ninguno de los objetos concretos del mundo exterior” (J.
J. López Ibor[3]).
[1]
Ortega y Gasset: “En torno a Galileo”. Obras Completas, Tomo 5, p.31
[2]
Jean Grondin: “Del sentido de la vida. Un ensayo filosófico”, Barcelona,
Herder, 2011, p. 145.
[3]
J. J. López Ibor: “La angustia vital”, Madrid, Paz Montalvo, pp. 114-115.
No hay comentarios:
Publicar un comentario