Para los grandes filósofos griegos —especialmente Platón y
Aristóteles— la mejor vida posible no es la más placentera ni la más exitosa,
sino la dedicada al conocimiento. Aristóteles llegó a decir que “la
vida contemplativa es la forma más alta de felicidad humana”[1].
No porque sea útil, sino porque realiza lo más propio del ser humano: el
entendimiento. Platón dice: “Una vida sin examen no merece ser vivida”[2].
El examen es investigación, diálogo, búsqueda de la verdad. Vivir bien equivale
a vivir interrogándose por la realidad y por uno mismo. El filósofo es quien se
vuelve hacia el mundo inteligible, contempla las Ideas, y sólo secundariamente
se ocupa de lo práctico. Sócrates sostiene que: el mayor bien es el cuidado del
alma, y ese cuidado se realiza mediante el diálogo, la reflexión y la búsqueda
de la verdad, incluso por encima de la riqueza, el honor o la supervivencia. Ya
en el pitagorismo aparece la distinción entre: los que viven para el lucro, los
que viven para la gloria y los que viven para contemplar el orden del cosmos. Estos
últimos —los filósofos— son los únicos verdaderamente libres.
La filosofía, la historia, la psicología, el arte, la antropología, la actualidad... de la mano, sobre todo, de Ortega y Gasset, el pensador más importante de todos los tiempos en lengua española
jueves, 18 de diciembre de 2025
EL ESTUDIO COMO FORMA SUPERIOR DE VIDA
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