Veamos qué dicen mis dos principales autores de referencia,
Ortega y Gasset y Carl Gustav Jung, sobre los tiempos de crisis que vivimos.
Dice Jung:
“En el individuo, el período de disociación es un período de
enfermedad; lo mismo ocurre en la vida de los pueblos. Sería difícil negar que
los tiempos actuales no son también una de estas épocas de disociación y
enfermedad. La situación política y social, la dispersión filosófica y
religiosa, el arte y la psicología modernas: todo confirma esta opinión (…) Con
toda sinceridad, es preciso incluso confesar que nadie se siente a gusto en
este mundo contemporáneo; el malestar, por otra parte, es creciente. ‘Crisis’
es un término médico que designa siempre un momento peligroso de la enfermedad”
(Carl G. Jung[1]).
Y Ortega y Gasset dice por su parte:
“El hombre al ser
puro y continuo hacer, estar haciendo, es puro movimiento que va atraído por
una meta. Y (…) acontece que esa entidad hombre, cuya única realidad consiste
en ir hacia un blanco, de pronto, se queda sin blanco, y sin embargo, teniendo
que ir, que ir siempre. ¿Dónde? ¿Dónde ir cuando no se sabe dónde? ¿Qué vía tomará
el desviado? ¿Qué dirección el perdido? (Hoy el hombre) tiene la conciencia de
un atroz perdimiento (…) No se sabe qué hacer en política, pero tampoco sabe el
físico qué está haciendo con su física ni el matemático con su matemática ni el
lógico con su lógica ni el poeta con su poesía ni el músico con su música, ni
el pintor con su pintura, ni el capitalista con su capital, ni el obrero con su
obrería, ni el padre de familia con su familia, y cómo está en crisis y se ha
vuelto problemática la relación entre el hombre y la mujer (…) Sin instancias
últimas no hay orientación y hemos perdido todas las instancias últimas que
pudieran dirigir nuestra vida” (Ortega y
Gasset(2)).
“No sabemos lo que nos pasa, y esto es precisamente lo que nos
pasa, no saber lo que nos pasa: el hombre de hoy empieza a estar desorientado
con respecto a sí mismo, dépaysé, está fuera de su país, arrojado a una
circunstancia nueva que es como una tierra incógnita. Tal es siempre la sensación vital que se apodera del hombre en
las crisis históricas” (Ortega y Gasset(3)).
[1]
Carl G. Jung: “Los complejos y el inconsciente”, Madrid, Alianza, 1970, p. 53.
[2]
Ortega y Gasset: “Sobre la razón histórica”, O. C. Tº 12, pp. 316-317.
[3]
Ortega y Gasset: “En torno a Galileo”, O. C. Tº 5, pág. 93
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