martes, 16 de septiembre de 2025

JUNG Y ORTEGA HABLAN DE LA CRISIS QUE VIVIMOS

 

Veamos qué dicen mis dos principales autores de referencia, Ortega y Gasset y Carl Gustav Jung, sobre los tiempos de crisis que vivimos. Dice Jung:

“En el individuo, el período de disociación es un período de enfermedad; lo mismo ocurre en la vida de los pueblos. Sería difícil negar que los tiempos actuales no son también una de estas épocas de disociación y enfermedad. La situación política y social, la dispersión filosófica y religiosa, el arte y la psicología modernas: todo confirma esta opinión (…) Con toda sinceridad, es preciso incluso confesar que nadie se siente a gusto en este mundo contemporáneo; el malestar, por otra parte, es creciente. ‘Crisis’ es un término médico que designa siempre un momento peligroso de la enfermedad” (Carl G. Jung[1]).

Y Ortega y Gasset dice por su parte:

“El hombre al ser puro y continuo hacer, estar haciendo, es puro movimiento que va atraído por una meta. Y (…) acontece que esa entidad hombre, cuya única realidad consiste en ir hacia un blanco, de pronto, se queda sin blanco, y sin embargo, teniendo que ir, que ir siempre. ¿Dónde? ¿Dónde ir cuando no se sabe dónde? ¿Qué vía tomará el desviado? ¿Qué dirección el perdido? (Hoy el hombre) tiene la conciencia de un atroz perdimiento (…) No se sabe qué hacer en política, pero tampoco sabe el físico qué está haciendo con su física ni el matemático con su matemática ni el lógico con su lógica ni el poeta con su poesía ni el músico con su música, ni el pintor con su pintura, ni el capitalista con su capital, ni el obrero con su obrería, ni el padre de familia con su familia, y cómo está en crisis y se ha vuelto problemática la relación entre el hombre y la mujer (…) Sin instancias últimas no hay orientación y hemos perdido todas las instancias últimas que pudieran dirigir nuestra vida” (Ortega y Gasset(2)).

“No sabemos lo que nos pasa, y esto es precisamente lo que nos pasa, no saber lo que nos pasa: el hombre de hoy empieza a estar desorientado con respecto a sí mismo, dépaysé, está fuera de su país, arrojado a una circunstancia nueva que es como una tierra incógnita. Tal es siempre la sensación vital que se apodera del hombre en las crisis históricas” (Ortega y Gasset(3)).



[1] Carl G. Jung: “Los complejos y el inconsciente”, Madrid, Alianza, 1970, p. 53.

[2] Ortega y Gasset: “Sobre la razón histórica”, O. C. Tº 12, pp. 316-317.

[3] Ortega y Gasset: “En torno a Galileo”, O. C. Tº 5, pág. 93


viernes, 12 de septiembre de 2025

LA VERDAD, A MENUDO, NECESITA DE SU CONTRARIO

“Quizá todos los descubrimientos nazcan cuando se ven simultáneamente dos imágenes distintas de la misma realidad” (María Zambrano[1])

●●●●●●●●●

“Toda contradicción se resuelve penetrando en el subsuelo, donde las raíces se entrecruzan y confunden” (María Zambrano[2])

●●●●●●●●●

“Las gentes suelen mostrarse demasiado presurosas en decidirse por lo mejor: olvidan que cada acto de preferencia abre, a la vez, una oquedad en nuestra alma. No, no prefiramos; mejor dicho, prefiramos no preferir. No renunciemos de buen ánimo a gozar de lo uno y de lo otro; religión y ciencia, virtud y placer, cielo y tierra… Cierto que hasta ahora no se han resuelto las antítesis; pero cada hombre debe pensar que es él el llamado a resolverlas” (Ortega y Gasset[3])



[1] María Zambrano: “Algunos lugares de la pintura”, Madrid, Acanto, 1989, pág 58

[2] María Zambrano: “Nuevo liberalismo”, Madrid, Morata, 1930, pág. 62

[3] Ortega y Gasset: “Notas de andar y ver. Viajes, gentes, países”, Madrid, Alianza, 1988, p. 38

lunes, 8 de septiembre de 2025

DE DÓNDE SURGEN LAS GRANDES IDEAS

“Qué clase de filosofía se elige, depende de qué clase de hombre se es; pues un sistema filosófico no es como un ajuar muerto, que se puede dejar o tomar, según nos plazca, sino que está animado por el alma del hombre que lo tiene” (Johann Gottlieb Fichte[1])

●●●●●●●●●

“La vida de un pintor es la gramática y el diccionario que nos permitiría, si la conociésemos, leer inequívocamente su obra” (Ortega y Gasset[2])

●●●●●●●●●

“Un filósofo es el hombre en quien la intimidad se eleva a categoría racional; sus conflictos sentimentales, su encuentro con el mundo, se resuelve, se transforma en teoría. Es el hombre que logra cristalizar su angustia en el diamante puro, geométrico, transparente, el que resuelve sus pasiones ‘more geométrico’. La biografía de un filósofo es su sistema” (María Zambrano[3])

●●●●●●●●●

Detrás de cada idea hay un instinto y las ideologías (políticas) no son sino construcciones racionales elaboradas a partir de sentimientos instintivos, primarios, irracionales” (Vilfredo Pareto[4])



[1] Johann Gottlieb Fichte: “Introducción a la teoría de la ciencia”, Madrid, Sarpe, 1984, p. 46.

[2] Ortega y Gasset: “Goya”-O. C. Tº 7, Madrid, Alianza, 1983, pág. 516.

[3] María Zambrano: “Hacia un saber sobre el alma”, Madrid, Alianza, 1987, pp. 159-160

[4] INTERNET

jueves, 4 de septiembre de 2025

CÓMO HA IDO DESAPARECIENDO LA REALIDAD

“Desde el Renacimiento existe un enorme poder de convicción en la sociedad occidental la autoexperiencia del ser humano como ser aislado y encerrado en su propio «interior» frente a todo aquello que está «fuera»”. “Es posible encontrar esta idea del ‘yo encerrado en sí mismo’ como uno de los leit-motiv de la filosofía moderna: está en el yo pensante de Descartes, que se ve enfrentado al resto del mundo en el interior de su mente, también en la mónada ciega de Leibniz, en el sujeto del conocimiento kantiano, quien es incapaz de salir de su casa apriorística para alcanzar la ‘cosa en sí’. Cabe encontrar expresiones de esta autoexperiencia de una forma menos reflexiva en la literatura; por ejemplo, en las afirmaciones de Virginia Woolf, quien se queja de la incomunicabilidad de las experiencias de la vida, considerándola como la causa de la soledad humana (…) Las sociedades europeas modernas sostienen una imagen del hombre en la que su propio ‘yo’, su auténtico ‘yo’, es algo encerrado en el ‘interior’, separado de todos los demás hombres y cosas” (Norbert Elias[1])


[1] Norbert Elías: “El proceso de la civilización”, Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1987, p. 36 y ss.

sábado, 30 de agosto de 2025

MODOS DE IGNORAR LA CIRCUNSTANCIA (Y ASÍ ACCEDER AL POSMODERNISMO)

“(El romántico) consideraba el mundo simplemente como materia prima y sustrato de la propia experiencia, y lo utilizaba como pretexto para hablar de sí mismo” (Arnold Hauser[1])

●●●●●●●●

“Defino el mundo en la medida en que me defino a mí mismo” (Novalis, romántico[2])

●●●●●●●●

“En última instancia lo que amamos es nuestro deseo, no lo deseado” (Nietzsche [3])

●●●●●●●●

“Cuando inventamos el cubismo (Brake y el mismo Picasso), no teníamos la menor intención de inventar el cubismo, sino simplemente de expresar lo que había en nosotros” (Picasso[4])

●●●●●●●●

“Cualquier cosa que puedas imaginar es real” (Picasso[5])

●●●●●●●●

“La ideología del surrealismo tiende simplemente a la total recuperación de nuestra fuerza psíquica por un medio que consiste en el vertiginoso descenso al interior de nosotros mismos” (André Breton[6])



[1] Arnold Hauser: “Historia Social de la Literatura y el Arte”, Barcelona, Debolsillo, 2004, 2 vols., vol. 2º, p. 198.

[2] Novalis, citado en Antonio Pau: “Novalis. La nostalgia de lo invisible”, Madrid, Trotta, 2010, pág. 159.

[3] Friedrich Nietzsche: “Más allá del bien y del mal”, Madrid, Alianza, 1980, p. 111.

[4] Internet

[5] Internet

[6] André Breton: “Manifiestos del surrealismo”, “Segundo Manifiesto”, Madrid, Visor, 2002, p. 122