domingo, 16 de noviembre de 2025

CÓMO CONVERTIR LOS DEFECTOS EN VIRTUDES

“La historia humana es obra del descontento, que es una especie de amor sin amado y un como dolor que sentimos en miembros que no tenemos. Esta emoción idealista, haciéndonos percibir que somos imperfectos, nos hace rodar en busca de lo que nos falta, y así vamos por la tierra y avanzamos por el tiempo y es nuestro corazón una proa siempre en ruta al más allá. Decía Madame Staél: «Todo lo que de grande y bello ha hecho el hombre lo ha hecho movido por el sentimiento doloroso de lo incompleto de su destino»” (Ortega y Gasset[1])

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“Cuando se ayuda a un hombre a librarse de sus complejos se le está privando de su fuente de ayuda más valiosa. Sólo puede ayudársele a percibirlos suficientemente y a hacer que surja en él un conflicto consciente. De ese modo el complejo se convierte en foco de la vida” (Carl G. Jung[2])

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“El hombre necesita para sus mejores cosas de lo peor que hay en él” (Friedrich Nietzsche[3])



[1] Ortega y Gasset: “Meditación del pueblo joven”, O. C. Tº 8, pp. 370-371.

[2] Carl G. Jung: “La lucha con la sombra”, en “Civilización en transición”, Obra Completa, vol. 10, Madrid, Trotta, 2001, p. 216

[3] Friedrich Nietzsche: “Así habló Zaratustra”, Madrid, Alianza, 1981, p. 301

martes, 11 de noviembre de 2025

SINCONICIDAD ENTRE JUNG Y ORTEGA

Carl Jung y el Premio Nobel de Física Wolfgang Pauli postularon una unión profunda entre la materia y la mente, sugiriendo que ambas surgen de un único todo o una fuente común, algo asimilable al Principio de Indeterminación de Heisenberg, según el cual la materia y la energía proceden de una fuente común. Todo esto sugiere un universo donde lo físico y lo psicológico no están separados por una gran barrera.

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“Gira la vida en torno nuestro, presentando sucesivamente sus facetas innumerables. De pronto una de éstas envía a nuestro ser no sabemos bien qué reflejo alentador, y algo que, apenas sospechado, iba en nosotros, cobra repentina robustez. El germen de una idea, un sentimiento indeciso crecen en tal sazón rápidamente, hasta su completo desarrollo, afirmando e imponiendo su fisonomía dentro de nuestro ánimo. Una lectura, una persona, un hecho sobrevenido prestan de súbito tal misteriosa corroboración a nuestras íntimas germinaciones. Dijérase que esa circunstancia exterior y esta posibilidad en mí latente poseyeran una previa, radical fraternidad y una misma calidad de sangre pulsara en ambas, de suerte que mutuamente potencian su energía sin modificar lo más mínimo el sentido, la curvatura en que coinciden” (Ortega y Gasset(1)).



[1] Ortega y Gasset: “Azorín, primores de lo vulgar”, en “El Espectador”, Vol. 2, O. C. Tº 2, p. 166.

jueves, 6 de noviembre de 2025

LA FILOSOFÍA BUSCA ALGO QUE NO SABE LO QUE ES

La realidad de cada cosa no se reduce a estar en lo que de esa cosa nos es accesible y evidente, lo que está, pues, al alcance de la ciencia; y es que siempre quedarán preguntas por responder sobre las cosas, puesto que cada una nos remite a todo el resto del Universo, con el cual está interconectada. Y para indagar en ese espacio que discurre entre cada cosa y el resto del Universo es para lo que está dispuesta la filosofía.

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 “El físico y el matemático conocen de antemano la extensión y atributos esenciales de su objeto; por tanto, comienzan no con un problema, sino con algo que dan o toman por sabido. Pero el Universo en cuya pesquisa parte audaz el filósofo como un argonauta no se sabe lo que es. Universo es (…) todo cuanto hay (…) Cuando pensamos el concepto «todo cuanto hay» no sabemos qué sea eso que hay; lo único que pensamos es un concepto negativo, a saber: la negación de lo que sólo sea parte, trozo, fragmento. El filósofo, pues, a diferencia de todo otro científico, se embarca para lo desconocido como tal. Lo más o menos conocido es partícula, porción, esquirla de Universo (…) El Universo es lo que radicalmente no sabemos, lo que absolutamente ignoramos en su contenido positivo” (Ortega y Gasset[1])



[1] Ortega y Gasset: “¿Qué es filosofía?, O. C. Tº 7, pp. 308-309.

 

lunes, 3 de noviembre de 2025

¿EL UNIVERSO CAMINA HACIA SU DISOLUCIÓN O HACIA UNA MAYOR COMPLEJIDAD?

¿Es la vida sólo un accidente condenado al desgaste, como sugiere el Segundo Principio de la Termodinámica? ¿O existe una fuerza vital que se rebela contra el caos? En este vídeo exploramos a través de diversos autores, desde Aristóteles o Leibniz hasta Bergson o Rupert Seldrake, la idea de que la vida podría ser la expresión del propio universo intentando organizarse y alcanzar su plenitud. Hablamos de conceptos como la entelequia de Aristóteles, la Gestaltung de Goethe o el élan vital de Bergson, que comparten la idea de que las partes son anticipo de un todo que desde el futuro o desde la finalidad tira de ellas hacia delante, y de cómo esa idea se opone al mecanicismo que reduce el mundo a piezas separadas. Un viaje filosófico accesible y estimulante sobre el sentido de la existencia, el impulso creador que anima a todos los seres vivos y la pregunta que nos acompaña desde siempre: ¿tó pa ná… o la vida tiene sentido?

 

jueves, 30 de octubre de 2025

EL ABURRIMIENTO Y SUS ANTÍDOTOS

Dice Julián Marías que “el aburrimiento es el máximo enemigo del hombre de nuestra época”[1], ¿En qué consiste? ¿Por qué ocurre? El aburrimiento es consecuencia de no tener nada que hacer. Y es que, por el contrario, y como dice Ortega: “La vida es quehacer (…) La vida es lo que hay que hacer. Quien intente eludir esta condición sustancial de la vida, recibe de ella el más horrible castigo: al querer no hacer nada se aburre” [2]. ¿Y por qué el aburrimiento afecta especialmente a nuestro tiempo? El mismo Marías nos pone en la pista de la respuesta: “Hoy (…) nos encontramos envueltos en una presión singular, una presión distinta de la presión en que se ha sentido el hombre desde la prehistoria, que es la presión de las facilidades”[3].Como consecuencia indeseable del aumento del nivel histórico, acontece que, en gran medida, el hombre ha perdido la conciencia de la realidad como dificultad y limitación. Y puesto que los proyectos de vida se construyen como modo de enfrentarse a la dificultad y a la limitación que el entorno opone a nuestro deseo de alcanzar nuestros ideales, hoy los proyectos de vida han entrado, en esa misma medida, en crisis. Los hombres víctimas del tedio no saben a qué dedicar sus vidas, aparte de aquello a lo que se ven obligados a hacer.



[1] Julián Marías: “Cansancio de la vida como crisis de los proyectos”, en la obra colectiva “El cansancio de la vida”, Madrid, Karpos, 1975, p. 171.

[2] Ortega y Gasset: “Para el ‘Archivo de la Palabra’”, O. C. Tº 4, p. 366.

[3] Julián Marías: “Cansancio de la vida como crisis de los proyectos”, en la obra colectiva “El cansancio de la vida”, Madrid, Karpos, 1975, p. 161.